¡Buenas tardes!

Durante estas semanas de confinamiento, he pasado por todos los estados emocionales posibles, incluso en un sólo día consigo pasar del polo más triste al más alegre varias veces. Quizás también te esté pasando… creo que es lícito y sano aceptar que es lo más normal dadas las circunstancias que estamos viviendo.

Tras el asombro, incredulidad y la sorpresa inicial de la nueva situación, suceden y se entremezclan otras fases:

Relacionadas con el miedo -a la enfermedad, a nuestro futuro y al de nuestras familias, a los perjuicios laborales y sociales que nos puede ocasionar esta crisis-

Con la tristeza -por haber perdido a un ser querido, por echar de menos nuestras vidas, nuestro tiempo con nuestros amigos y familiares, nuestra LIBERTADA, perdida estas semanas y que quizás, cuando éramos libres, no fuimos capaces de valorar suficientemente.

Con el tiempo, hemos podido conseguir esta otra fase -al menos algún rato al día- de “dejar de luchar y de victimizar”. Puede ser que conseguimos aceptar la situación -en la medida de lo posible- valorando que, seguramente haya personas que estén sufriendo más y disfrutemos de lo que podemos hacer -o no hacer-con nuestro tiempo en casa.

A parte de trabajar, leer, ver series, ocuparme de la manera que podía…he llorado, he vagueado, me he enfadado, me he asustado, he victimizado y también… un día, gracias a @CarlaFortea, decidí hacer un curso y conocer algo de la Lengua de Signos.

A veces, una pequeña chispa, una casualidad o una mini-decisión puede darte fuerza, motivarte y/o cambiar tu estado de ánimo.

Aquí está la mía, mi “primer pinito”, prometo mejorar, @Carla, muchas gracias a ti y a las demás.